sábado, 22 de noviembre de 2008

La Parcialidad de los Medios ante la “Perspectiva de Género”

El viernes 21 de noviembre de 2008, el periódico El Nuevo Día publicó en la página 14 el artículo “Realizan demandas al nuevo gobernador” de la periodista Cynthia López Cabán en donde el grupo “La Coordinadora Paz para la Mujer” indicó que la Carta Circular Número 3-2008-2009, y cito, “fomenta la igualdad entre los géneros”. Según Diana Valle, miembro del colectivo, “El propósito de la carta circular es ir a las raíces de la violencia contra las mujeres. ¿Y cuáles son esas raíces? La desigualdad por razón de género…”. De hecho, inferir que la violencia contra la mujer se reducirá si se aprueba la Carta Circular no tiene fundamento alguno.


Una lectura superficial y parcializada de la Carta Circular conduce a la posición que sostiene dicho colectivo. Sin embargo, una lectura cuidadosa, permite ver con claridad que es un juego de palabras, cuyo propósito fundamental es una redefinición de los conceptos femenino y masculino que sirva de base para incorporar como aceptables y correctas conductas tales como el homosexualismo, el lesbianismo y otras, al currículo de las escuelas públicas de Puerto Rico. Incluso, esta corriente filosófica persigue redefinir la familia, que es la estructura fundamental de nuestra sociedad.


Para sustentar la posición de que la Carta Circular persigue redefinir los conceptos femenino y masculino y como consecuencia el concepto de familia, en la página 2 del mismo se indica, y cito, “El sexo, como concepto biológico, está definido por características genéticas, fisiológicas y anatómicas, mientras que el género es un concepto social que define las identidades adquiridas, aprendidas o asumidas que varían ampliamente dentro de la cultura específica y entre las culturas.” De inmediato se hace evidente que las identidades adquiridas, aprendidas o asumidas socialmente, las que sutilmente no se mencionan en el documento, son más determinantes e importantes que la identidad natural por sexo. Según el documento, estas identidades son un abanico de posibilidades que no se limitan a los dos estados naturales: hombre y mujer. Sin embargo, como mencioné anteriormente, no se presentan ejemplos de estas nuevas identidades, pero, ¿por qué no?


En el documento se dice “La perspectiva de género, … reconoce las aportaciones de todas las personas en el quehacer social, especialmente de sectores históricamente excluidos de ese reconocimiento, como ha ocurrido con las mujeres, las personas con impedimentos y las personas negras, entre otros sectores. … y de otros grupos excluidos” ¿Cuáles son estos otros sectores o grupos excluidos? No hay duda que estos son las identidades que se adquieren socialmente y que, según el DEPR, son más importantes que la identidad por sexo.


La evidencia presentada anteriormente hace claro que la Carta Circular no es un documento que se diseñó para eliminar la violencia contra la mujer, como indicó Diana Valle. La idea central de la Carta es redefinir los conceptos básicos de masculino y femenino para introducir el concepto ambiguo de identidad social que facilite una nueva definición de la relación sexual y de la familia. En el documento, la realidad de la violencia contra la mujer es un tema de periferia. Sin embargo, el colectivo “La Coordinadora Paz para la Mujer” dio a entender a la prensa del país que el propósito principal del documento es eliminar la violencia contra las mujeres. Nada más lejos de la verdad.


Diana Valle afirmó que “derogar esta directriz (Carta) constituye un retroceso para el movimiento de mujeres …”. Sin embargo, las objeciones a la Carta no surgen por los asuntos que estén relacionados con la violencia contra o los derechos de las mujeres; sino más bien, por los asuntos relacionados con la nueva definición de identidades sociales que permite la aceptación de otras conductas sexuales y otras visiones de la familia que no son cónsonas con nuestra trayectoria de pueblo.


Otro miembro del colectivo, de apellido Pantoja, indicó que objetaba el que un líder religioso, pastor Aníbal Heredia, presida el movimiento de organizaciones de servicio y de base comunitaria. Argumentando que en muchas ocasiones los reclamos de las mujeres chocan con las visiones de algunos de los sectores religiosos. De hecho, el artículo no menciona ejemplos específicos donde haya visiones encontradas entre estos dos grupos. Por otra parte, está muy claro que los sectores religiosos se oponen a todo tipo de violencia contra la mujer y esta es la problemática principal que se destacó en la marcha. Entonces, ¿cuáles son los asuntos donde hay visiones encontradas?


Al parecer, el comentario de Pantoja fue una manera sutil de acusar a los religiosos, que según ella, parten de premisas diferentes, de oponerse a la Carta Circular. No hay duda de que los religiosos parten de premisas diferentes. El problema no está en usar premisas diferentes, sino más bien, en si constituyen o no un sistema coherente. La oposición a la Carta Circular surge de que las premisas sobre las que se fundamenta son falsas y que ellas conducen a una visión incoherente de la sexualidad y de la familia.




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