jueves, 22 de mayo de 2008

La astucia de la serpiente

Pero temo que como la serpiente con su astucia [1] engañó [2] a Eva, vuestros sentidos (mente - pensamientos) sean de alguna manera extraviados (contaminar, corromper, destruir) de la sincera (pura, sin agendas) fidelidad [3] a Cristo. (2 Cor. 11:3)


La serpiente antigua (el diablo, Satanás) es muy hábil en el "arte" de engañar – comenzó engañándose a si misma. En el pasado remoto, llegó a creer que “era semejante al Altísimo” (Isa. 14:14). Deslumbrado por su sabiduría y belleza, desarrolló un amor excesivo por si mismo (egoísmo) que se convirtió en la convicción de que era igual al Altísimo y por consiguiente tenía que cuestionar su autoridad e incluso resistirla. La actitud de que era más grande de lo que las otras criaturas pensaban, al punto de que debía considerarse a la altura de Dios, lo llenó de maldad, lo condujo a rebelarse contra Dios y ha experimentar la gran caída. La criatura probablemente más hermosa, sabia y poderosa del universo corrompió su entendimiento y se reveló contra el Dios que la creó.


En el huerto del Edén, con gran habilidad, la serpiente se acercó a Eva, una criatura perfecta, y la convenció de que Dios no le estaba diciendo la verdad. La serpiente le dijo a Eva, más o menos lo siguiente; “Dios no te dice toda la verdad porque te ama y no quiere que mueras, sino porque tiene miedo de que al comer del árbol seas semejante a Él”. La habilidad de la serpiente para hacer que la mentira se vea y acepte como verdad atrapó a Eva. Inmediatamente Eva dudó de la palabra de Dios y comenzó a ver las cosas desde otra perspectiva. Desde la nueva óptica el centro es la criatura y Dios pasa a ser un semejante. Por tanto, según este nuevo esquema, la voluntad de la criatura tiene el mismo valor y puede entrar en conflicto con la voluntad de Dios. El resultado es que la criatura se revela contra su creador.


Una vez que el veneno de la mentira corrió por el sistema sanguíneo de Eva, comenzó a ver que la fruta símbolo de la desobediencia era hermosa en todo el sentido de la palabra. Es agradable a la vista (se ve bien), buena para comer (olor grato y posiblemente de buen sabor) y necesaria para alcanzar la sabiduría (si como de ella seré como Dios). Esta secuencia posiblemente ilustra las etapas que atravesó Eva en su proceso de desobediencia y caída. Esta situación muestra cuan poderoso es el engaño: vez, escuchas, sientes, piensas y crees lo que no es. Una criatura que Dios creó del costado de Adán fue engañada al punto de creer que al comer de una fruta llegaría a ser semejante a Dios. Si se analiza la situación cuidadosamente, desde cualquier punto de vista, es absurdo pensar que un mordisco de la fruta la convertiría en fuente de vida y de luz. ¿Cómo pudo llegar a creerlo? Seducida por el maestro y padre de todo engaño y mentira.



Por tanto, no debemos ignorar las maquinaciones del enemigo. El que está firme no debe descuidarse, ni subestimar a su enemigo, debe mantenerse alerta puesto que éste anda buscando a quién engañar. Por otra parte, confiados de que: El que está en nosotros es mayor que El que está en el mundo, Él lo ha vencido y nos ha dado su victoria. Y la victoria que vence el mundo, es nuestra fe.


Continuará ... La sincera fidelidad a Cristo







[1] Agudo, hábil para engañar o evitar el engaño o para lograr cualquier fin.





[2] Dar a la mentira apariencia de verdad. Inducir a alguien a tener por cierto lo que no lo es, valiéndose de palabras o de obras aparentes y fingidas. Fingir - Dar a


entender lo que no es cierto. Dar existencia ideal a lo que realmente no la tiene. Simular, aparentar. Seducir – engañar con arte y maña (manera o modo de hacer


algo – destreza).





[3] Fiel - constante en sus afectos, en el cumplimiento de sus obligaciones y no defrauda la confianza depositada en él.







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