jueves, 26 de febrero de 2009

La Vara de Moisés


  • [Yo soy lo que pienso, tú eres lo que piensas. "Como un hombre piensa así es." Prov.23:7]


Muchos cristianos decimos: "Tengo tantas limitaciones que no importa si estoy o no caminando como la criatura glorificada que soy." "Es maravilloso ser cristiano, pero soy una persona tan pequeña, tan limitada en talentos, energía, fortaleza mental o conocimiento, que lo que hago no es realmente importante. La Biblia (Dios) tiene una visión diferente, con Dios no hay personas pequeñas. Solo hay personas más consagradas y personas menos consagradas.


FUNDAMENTO DEL LLAMADO (Ex. 3:1-8) "Y Moisés apacentaba el rebaño de Jetro su suegro, sacerdote de Madián; y condujo el rebaño hacia el lado occidental del desierto, y llegó a Horeb, el monte de Dios. Y se le apareció el ángel del SEÑOR en una llama de fuego, en medio de una zarza; y Moisés miró, y he aquí, la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces dijo Moisés: Me acercaré ahora para ver esta maravilla: por qué la zarza no se quema. Cuando el SEÑOR vio que él se acercaba para mirar, Dios lo llamó de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Entonces El dijo: No te acerques aquí; quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás parado es tierra santa. Y añadió: (1) Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tenía temor de mirar a Dios. Y el SEÑOR dijo: (2) Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he (3) escuchado su clamor a causa de sus capataces, pues estoy (4) consciente de sus sufrimientos. Y (5) he descendido para librarlos de la mano de los egipcios, y para sacarlos de aquella tierra a (6) una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al lugar de los cananeos, de los heteos, de los amorreos, de los ferezeos, de los heveos y de los jebuseos." 


Nuestro culto es un culto racional. Primero Dios se identifica - yo soy el Dios de tus padres (Abraham...), he visto la aflicción de mi pueblo, estoy consciente de sus sufrimientos a causa de los capataces egipcios y he escuchado el clamor de mi pueblo. Estoy aquí (he descendido) para librarlos de la mano de los egipcios y llevarlos a una tierra mejor. Dios se acerca a Moisés, le dice quién es y porque está allí. ¿Por qué Dios escoge a Moisés? Dios escogió a Moisés y no Moisés a Dios. "No puede el hombre recibir nada si no le fuere dado del cielo" (Juan 3:27) Porque el todopoderoso sabe que él es el instrumento adecuado para esta tarea. El nos conoce a nosotros mucho mejor de lo que nosotros nos conocemos a nosotros mismos.


LA VARA DE MOISÉS


Podemos decir que esta historia comienza cuando Dios le habló a Moisés desde el arbusto encendido, diciéndole que fuera y retara a Egipto, el imperio más grande en ese tiempo. Moisés presentó su primera objeción diciendo "¿Quién soy yo, para que vaya a Faraón, y saque de Egipto al pueblo de Israel?" (Ex. 3:11)


¿Qué posición tengo? ¿Qué autoridad? ¿Qué poder? ... para realizar esta tarea. De inmediato se manifiesta la tendencia carnal de pensar que somos nosotros los que vamos a hacer la diferencia (por nuestros talentos, destrezas y conocimientos). A esta actitud carnal se le suma una segunda actitud, igualmente carnal, de que somos demasiado pequeños para que Dios nos pueda usar (problema de la autoestima).


En ocasiones, otras personas nos tratan de limitar [Nadie tenga en poco tu juventud - tu tarea, tu ministerio, tu llamado.] pero principalmente el enemigo nos seduce para que nosotros nos limitemos a nosotros mismos. La Biblia dice: "Piensa de ti con buen juicio, conforme a la medida de fe que te ha sido dada." (Rom. 12:3) Todos tenemos una función dentro del cuerpo de Cristo y todas son importantes para Dios. No hay tal cosa como tareas grandes y tareas pequeñas.


Moisés no entendió, o no quiso entender, lo que Dios estaba diciendo:




  1. Entendió que Dios le pedía que él sacara a los israelitas de Egipto. Por tanto le respondió: ¿Quién soy yo?

  2. Dios le había dicho claramente a Moisés quién sacaría a los israelitas de Egipto, no somos nosotros, solo somos un vaso.  [Problema de poner la mirada en el vaso y no en el Alfarero.]

  3. Es Dios en nosotros. Nosotros somos el instrumento que Dios utiliza para manifestar su poder.


De hecho Dios le había dicho: "Y he descendido para librarlos de la mano de los egipcios, y para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y espaciosa,..."(Ex. 3:8) Ya le había dicho claramente que era ÉL quién sacaría a los israelitas de Egipto.


Dios sabe que somos frágiles, él no espera que seamos perfectos, aunque el estándar es la perfección. Por tanto, Dios le responde: "Ciertamente yo estaré contigo, ..." (Ex. 3:12) Dios le hace claro que el no estará solo - el Dios de los ejércitos estará con él en todo momento. ¿Qué significado tiene cuando tú le dices a tu hijo o a su hermano menor, no te preocupes yo estaré contigo? Significa yo te voy a cubrir en todo: no te faltará nada, nadie te podrá tocar. Cuánto más significado tiene el que Dios diga "Yo estaré contigo". Sencillo, Moisés, Dios te guardará y nadie te podrá tocar - no importa cuán poderoso sea, ni aún faraón el rey de Egipto. A pesar de tus limitaciones, porque todos las tenemos, te usaré para sacar al pueblo de Egipto - tú completarás la obra. En el Nuevo Testamento Jesús nos hizo la promesa "Yo estaré con ustedes hasta el fin - hasta que se complete la obra." De manera que tenemos que aprender a confiar en la sabiduría y provisión de Dios.


Segunda objeción - "He aquí, si voy a los hijos de Israel, y les digo: "El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros," tal vez me digan: "¿Cuál es su nombre?", ¿qué les responderé?" (Ex. 3:13)


Moisés presenta una situación hipotética que se puede interpretar como una manifestación de su resistencia al llamado. En este momento Moisés presenta la objeción (excusa) de que no tiene suficiente conocimiento - ¿Si me preguntan tu nombre - no sé qué les voy a responder? ¿Era necesario que Moisés conociera el nombre de Dios para poder hacer su tarea? NO. Si lo hubiese sido, Dios se lo hubiera dicho.


De todos modos Dios le dice: "... Así dirás a los hijos de Israel: "YO SOY me ha enviado a vosotros." Dijo además Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: "El SEÑOR, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre, y con él se hará memoria de mí de generación en generación." (Ex. 3:14-15).


La información que haría que los israelitas reaccionaran ya Dios se la había dado "El Dios de vuestros padres...(Ex. 3:6)" y por esta razón se lo vuelve a repetir en su respuesta. El que te envía, es el Dios de los patriarcas (Abraham, Isaac y Jacob); los llamé a través de Abraham, los traje a Egipto con Jacob y los sacaré de aquí con Moisés. Este es el mejor referente. Sin embargo, para que lo sepas mi nombre es Jehová y por este nombre seré conocido por toda la eternidad.



DIOS ES PACIENTE CON NOSOTROS AUNQUE SEAMOS TERCOS COMO LA MULA....


Dios conociendo el conflicto interno (torbellino) por el que está atravesando Moisés, procede a presentar con más detalle lo que sucederá y además le presenta la estrategia que debe utilizar para comenzar su tarea: (Ex. 3:16-22) "Ve y reúne a los ancianos de Israel, y diles: El SEÑOR, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, sé me ha aparecido, diciendo: Ciertamente os he visitado y he visto lo que se os ha hecho en Egipto. Y he dicho: Os sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo, a una tierra que mana leche y miel." Y ellos escucharán tu voz; y tú irás con los ancianos de Israel al rey de Egipto, y le diréis: El SEÑOR, el Dios de los hebreos, nos ha salido al encuentro. Ahora pues, permite que vayamos tres días de camino al desierto para ofrecer sacrificios al SEÑOR nuestro Dios. Pero yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir, si no es por la fuerza. Pero yo extenderé mi mano y heriré a Egipto con todos los prodigios que haré en medio de él, y después de esto, os dejará ir. Y daré a este pueblo gracia ante los ojos de los egipcios; y sucederá que cuando os vayáis, no os iréis con las manos vacías, sino que cada mujer pedirá a su vecina y a la que vive en su casa objetos de plata, objetos de oro y vestidos; y los pondréis sobre vuestros hijos y sobre vuestras hijas. Así despojaréis a los egipcios."


Para tranquilidad de Moisés, Dios le reveló el futuro diciéndole todo lo que iba a suceder y la estrategia que utilizaría inicialmente:




  1. Reúne a los líderes de Israel y les dirás "El Dios de vuestros padres se me ha aparecido para decirme sé lo que le ha hecho Egipto y los voy a sacar a una tierra mejor." Dios vuelve a indicarle que el referente correcto para dirigirse a los líderes de Israel es "el Dios de vuestros padres - con quienes hice una promesa - promesa que cumpliré en el tiempo apropiado".

  2. Irás con los líderes de Israel al rey de Egipto y le dirás "El Dios de los hebreos" - que contraste - un Dios sabio y racional - "nos ha pedido que vayamos a adorarle al desierto".

  3. El Faraón no los escuchará y tendré que hacer fuerza contra él - con prodigios y milagros.

  4. Luego de esto, los dejará ir.

  5. Daré gracia a los ojos del pueblo de Egipto para que salgan cargados de metales preciosos y hermosas vestiduras.


Dios le dio un resumen rápido de todo lo que iba a suceder para dar seguridad el corazón turbulento de Moisés - Yo Jehová Dios tengo el control de los tiempos.


Tercera objeción - "Moisés respondió, y dijo: ¿Y si no me creen, ni escuchan mi voz? Porque quizá digan: "No se te ha aparecido el SEÑOR." (Ex 4:1)


¿Hola, vive alguien allá arriba? ¿Hola, Moisés, estas escuchando? ¿Qué le sucede a Moisés? Ahora el argumento es - van a decir que estoy alucinando y que Dios no se me ha aparecido y por ende no me van a creer. Moisés presentó la situación hipotética más extrema que puedan asumir los israelitas - ellos van a decir que tú no te me has aparecido. Que contradicción; la segunda objeción fue, objetarán que no te me apareciste porque no sé tu nombre, ahora la objeción es que no me creerán porque no te me has aparecido. La argumentación de Moisés es inconstante y es una muestra de su confusión debido a su predisposición - está decidido a no aceptar el llamado.


Dios en su multiforme sabiduría, cambia radicalmente el eje de la conversación; de Moisés a un objeto inanimado (una vara seca y sin vida). Dios le responde "¿Qué es eso que tienes en la mano? Y él respondió: Una vara. Entonces El dijo: échala en tierra. Y él la echó en tierra y se convirtió en una serpiente; y Moisés huyó de ella." (Ex. 4:2-3).


Dios dirige la atención de Moisés al objeto más simple que puede imaginar - la vara en su mano, un pedazo de madera de 3 a 6 pies de largo. El ha usado esta vara por alrededor de 40 años sin nada espectacular - pero cuando obedeció a Dios y la tiró en el suelo - sucedió algo espectacular - se convirtió en una serpiente, tan real, que Moisés se asustó y huyó de ella. Si Dios puede hacer milagros con una simple vara cuanto más podrá hacer con un discípulo dispuesto y obediente.


Luego le dijo "Por esto creerán que se te ha aparecido el SEÑOR, el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob."(Ex. 4:5) Así que ve y enfréntate a Faraón con tu vara en la mano.


Éxodo 4:20 nos dice cual es el secreto de todo lo que sigue: La vara de Moisés pasó a ser la vara de Dios. El secreto de la victoria es que el Ricardo/Luis de Catacumba pase a ser el Ricardo/Luis de Dios.


Cuarta objeción - "Entonces Moisés dijo al SEÑOR: Por favor, Señor, nunca he sido hombre elocuente, ni ayer ni en tiempos pasados, ni aun después de que has hablado a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua." (Ex. 4:10)


[Elocuencia - facultad de hablar de modo eficaz para conmover o persuadir. Eficacia para persuadir que tienen las palabras, los y cualquier otra acción o cosa capaz de dar a entender algo con viveza.]


La primera objeción es que no tenía autoridad, ahora la objeción es que no tiene la habilidad para pensar de forma aguda y usar las palabras adecuadas para convencer a las personas. En otras palabras, no tengo suficiente, inteligencia, cultura, o el dominio del lenguaje necesario para poder convencer a las personas, especialmente a los egipcios. Para fortalecer su argumento dice, además, soy lento para hablar y se me traba la lengua. A pesar de todos sus argumentos, de algo estamos seguros, si Dios lo seleccionó, es porque tiene la madera necesaria, y lo que falta, le será provisto. De hecho, su argumentación para no aceptar el llamado es muestra de que tiene la sabiduría y la madera necesaria - todos sus argumentos son derribados porque está resistiendo, al que nadie puede resistir; al Dios que todo lo sabe - aún lo profundo del corazón. Cuando Dios te llama, es porque él sabe que tú puedes hacerlo, si le obedeces y esperas en él.


Y el SEÑOR le dijo: ¿Quién ha hecho la boca del hombre? ¿O quién hace al hombre mudo o sordo, con vista o ciego? ¿No soy yo, el SEÑOR? Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que has de hablar. (Ex. 4:11-12)


Dios en su infinita paciencia y misericordia le dice - yo tengo control absoluto sobre los dos canales principales de información - la visión y el habla. No te preocupes, te daré las ideas adecuadas, las palabras apropiadas y la fluidez de un experto en comunicación. Además, Esteban, inspirado por el Espíritu Santo dijo: "Y Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios, y era un hombre poderoso en palabras y en hechos (Hch 7:22)."


Quinta objeción - Pero Moisés dijo: Te ruego, Señor, envía ahora el mensaje por medio de quien tú quieras. (Ex 4:13)


Finalmente, se le acaban los cartuchos a Moisés y presenta la causa real de sus objeciones - por favor no me envíes - envía a otro.


Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Moisés, y dijo: ¿No está allí tu hermano Aarón, el levita? Yo sé que él habla bien. Y además, he aquí, él sale a recibirte; al verte, se alegrará en su corazón. Y tú le hablarás, y pondrás las palabras en su boca; y yo estaré con tu boca y con su boca y os enseñaré lo que habéis de hacer. Además, él hablará por ti al pueblo; y él te servirá como boca y tú serás para él como Dios. Y tomarás en tu mano esta vara con la cual harás las señales. (Ex. 4:14-17)


Dios está muy molesto con Moisés y con razón. Le dice: se terminó la argumentación, si necesitas un ayudante para hacer la tarea, Aarón lo hará con mucho gusto; así que empaca para que vayas a Egipto. Y termina diciendo, si tienes miedo de que haya personas en Egipto que quieran hacerte daño; "Ve, vuelve a Egipto, porque han muerto todos los hombres que buscaban tu vida." (Ex. 4:19)  Cuán completa y articulada es la provisión de Dios. Hermano, a Dios no se le escapa nada.


¿Qué podemos aprender de esta breve historia?


Todo lo que Dios pide de nosotros es un corazón dispuesto. El no espera perfección. No espera que tengamos tengas todas las respuestas o toda la habilidad, o todo el coraje. El ni siquiera exige que comprendamos todos los detalles de nuestro llamado. Simplemente nos pide que estemos a su disposición y que demos ese primer paso de fe en la dirección que él nos está señalando.


Confía en el poder de Dios. No te apartes de la tarea diciendo "Yo no soy lo suficientemente fuerte para esto. No tengo la capacidad." No tienes que ser poderoso. Recuerda que eres una vasija de barro, común y corriente. Lo que necesitas es consagrarte para que el poder de Dios se derrame en ti y pases a ser la vasija de Dios - una vasija de honra. No tienes que ser brillante, coherente o persuasivo. No espera que seas poderoso en palabras y en hechos. Dios simplemente te pide que pongas tu confianza en él.


Como cuando Josafat oró diciendo: "Dios nuestro... nosotros no podemos oponernos a esa gran multitud que viene a atacarnos. ¡No sabemos qué hacer! ¡En ti hemos puesto nuestra esperanza! (2 Cron. 20:12)"


Si Dios hizo cosas grandes y poderosas con una vara de madera sin vida, cuantas cosas podrá hacer con nosotros, que somos mucho más que una vara de madera, a pesar de todas nuestras limitaciones. Pero así como la vara de Moisés tuvo que convertirse en la vara de Dios, el Yo tuyo y mío tienen que convertirse en el Yo de Dios. Entonces, podremos ser útiles en las manos de Dios.


La Biblia enfatiza que de lo poco puede salir mucho, si lo poco está verdaderamente consagrado a Dios. NO hay gente grande y gente pequeña en el sentido espiritual, solo personas consagradas y personas no consagradas a Dios.


Pero si estamos consagrados, ¿significa que debemos estar en posiciones (sitios) grandes y no en sitios pequeños? La respuesta es, así como no hay personas pequeñas a los ojos de Dios, tampoco hay lugares pequeños. Estamos atrapados en el síndrome de que el tamaño es señal del éxito. Al contrario, la Biblia enseña que busquemos lugares y proyectos no muy grandes para nosotros. Busquemos los lugares donde tengamos quietud y paz delante de Dios. [Dios les bendiga.]




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1 comentarios:

A las 20 de julio de 2009, 12:14 , Anonymous freddy ha dicho...

muy saludable para la vida espiritual este estudio, me parecce apropiado para difundirlo en las iglesias y ayudar a muchos desanimados, entre ellos pastores, evangelistas que no hayan solución a su condición debido a su extrema confianza en si mismos, negando la eficacia de Dios.

 

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